De coexistencia, pero sin aceptar complicidades, la relación con el gobierno federal
Equidad y congruencia serán los ejes de mi gestión: Ebrard
Define siete prioridades de su administración
Advierte que enfrentará una situación difícil
En su primer mensaje como jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon definió la relación que mantendrá con el gobierno federal panista, al expresar que durante su gestión cabe esperar la coexistencia con una realidad política y de poderes con la que no está de acuerdo, pero nunca habrá complicidad con el abuso que se cometió y las causas que lo hicieron posible.
Frente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ante la cual acudió a rendir protesta como gobernante de la capital, advirtió que su administración enfrentará "una situación sin precedentes, la cual sorteará con prudencia y defendiendo en todo momentos los intereses legítimos de los capitalinos.
"Cumpliremos la Constitución y las leyes, pero no daremos la espalda ni olvidaremos los anhelos y las causas que nos han traído hasta este honroso cargo", agregó al señalar que su gobierno trabajará con capacidad de diálogo, y respetando las posiciones de cada cual, a partir de un proyecto claro y de convicciones firmes.
Ante el pleno de la Asamblea, el tercer gobernante electo en el Distrito Federal elogió el legado de sus antecesores: Cuauhtémoc Cárdenas, Alejandro Encinas, pero sobre todo el de Andrés Manuel López Obrador, de quien, dijo, "supo resistir con tesón y eficacia los embates de quienes ven como un peligro el éxito de la política social".
De frente al mandatario local saliente, jefes delegacionales, integrantes de su gabinete e invitados especiales, Ebrard recapituló los logros obtenidos en las administraciones anteriores y se comprometió a dar el siguiente paso para consolidar lo avanzado, tras señalar que "se demostró en la ciudad que el gobierno puede y debe ser austero y que los intereses populares deben presidir la acción pública".
Autonomía al DF
Sin interrupciones más allá de los aplausos, Ebrard enumeró sus prioridades: reforma política, equidad, seguridad y justicia expedita, economía competitiva e incluyente, movimiento cultural, desarrollo sustentable y nuevo orden urbano, que serán los enclaves que darán forma a su gestión, aseguró.
Para lograr ese objetivo, el mandatario local insistió en que la autonomía de la ciudad debe ser aceptada y para ello se comprometió a impulsar el movimiento por la reforma política con un amplio consenso entre las fuerzas políticas y la sociedad, en el que el órgano legislativo local sea el principal protagonista.
Después, reiteró la necesidad de lograr un trato fiscal equitativo para la capital y de lograr reformas jurídicas para establecer un marco eficaz para la coordinación metropolitana e invitó a los gobernadores del estado de México y de Hidalgo, Enrique Peña Nieto y Miguel Angel Osorio Chong, respectivamente, a trabajar juntos y decididamente a favor de una mejor calidad de convivencia en esta región.
Como parte de su política de gobierno, se comprometió a no incrementar el gasto administrativo por encima de la inflación, mantener los salarios y gastos de los funcionarios en su nivel actual, y sostener una estricta vigilancia del desempeño de la administración para prevenir la corrupción.
En materia de equidad, se pronunció por lograr un gran acuerdo en materia educativa e impulsar la obligatoriedad de la educación media superior, dotar de servicios universales de salud, asegurar el acceso a la vivienda a los habitantes de escasos recursos, promover acciones en pro de las mujeres, jóvenes, discapacitados y comunidades étnicas.
En ese contexto, reiteró su rechazo al aumento en el precio de la leche Liconsa y pidió el respaldo de la Asamblea Legislativa para absorber con recursos públicos tal incremento y apoyar directamente, con vales, a las familias que son beneficiadas con este programa, al argumentar que la equidad requiere congruencia y en su gobierno la habrá.
La seguridad fue otro de los temas abordados, en el que planteó además de la incorporación de 20 mil nuevos policías de barrio y la instalación de cuatro mil cámaras de video en la vía pública, el establecimiento de una policía financiera abocada a la investigación del lavado de dinero y hacer obligatorio el trabajo de todos los internos en el régimen penitenciario.
En cuanto a desarrollo económico, se comprometió a crear el Consejo de Promoción Económica, poner en marcha el Instituto de Ciencia y Tecnología, a fin de articular los recursos humanos, científicos y económicos para generar focos de crecimiento en la ciudad.
En el tema del desarrollo sustentable ubicó como prioridad el abasto del agua, mientras que en cultura se comprometió a erigir el Centro Histórico como el faro cultural del Siglo XXI y asegurar el acceso de todos a los bienes culturales.
Respecto a la construcción de un orden urbano diferente, con servicios eficientes y mayor calidad de vida, propuso la recuperación de espacios públicos y un intensivo programa de mantenimiento de la infraestructura.
Erradicar vetos
Posteriormente, el presidente de la mesa directiva de la ALDF, Víctor Hugo Círigo, dio un largo mensaje final, en el que, a nombre de esta institución, dejó de manifiesto que tendrán "los canales abiertos para mantener comunicación fluida y permanente con todas las instancias de gobierno y establecer un diálogo constructivo, respetuoso y republicano, tanto con el jefe de Gobierno como con los 16 jefes delegacionales".
Expresó que en los próximos años "será fundamental terminar con el veto soterrado que de facto se cierne sobre la izquierda para gobernar el país", y remarcó que "no hay ningún sustento jurídico, político o moral para que eso se siga dando, poniendo incluso en riesgo la paz de la República".
Y exigió: "no a los vetos políticos, no al veto a la izquierda para gobernar nuestro país"; además puso como ejemplo el éxito con el que ha sido gobernada la capital por la izquierda".
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