Tomado de: Identidad andaluza
Pedro Echeverría V./Identidad Andaluza
Durante tres semanas (durante 24 horas del día) los monopolios de los medios de información, encabezados por Televisa, TV Azteca y Radio Fórmula, promoverán (llevan una semana haciéndolo en todos sus programas) la segunda manifestación blanca de padres, jóvenes y niños bien, convocada por la organización fascista "México unido contra la delincuencia" que dirige Guillermo Velasco Arzac, líder yunqui/panista y exsecretario particular del presidente Fox y de su esposa Martha Sahagún.
Calderón, el derechista presidente ilegítimo, se ha sumado a ella. Según han programado, harán la marcha desde el Auditorio Nacional (cerca de la Lomas de Chapultepec y Polanco, donde viven parte de las familias multimillonarias de México) hasta el monumento de la Independencia. Como en la primera marcha blanca, (27/VI/04) se acarrearán a todos los empleados y obreros de las empresas privadas y a sus familias; pero la Iglesia también ha prometido participar y hacer reuniones para la marcha derechista.
Será una segunda prueba de fuerza de masas en México de la derecha pro yanqui encabezada por los empresarios y los medios de información. Los mismos que en Venezuela buscan derrocar al gobierno de Hugo Chávez y en Bolivia al de Evo Morales, aunque en esos países para destituir a gobiernos centroizquierdistas. ¿Pero, quién dijo que la derecha no tiene fuerza de masas? Basta con mirar las grandes movilizaciones de fieles religiosos que encabeza el Papa en los países de América; aunque también las enormes concentraciones y procesiones que encabeza la Iglesia mexicana en casi todos los estados de la República. El panismo, desde que surgió en 1939, ha tejido una gran red con los empresarios y la Iglesia; sin embargo no la pudo usar porque los gobiernos del PRI mediatizaron durante más de medio siglo a la Iglesia y a los empresarios con muy grandes concesiones en dinero, privilegios y libertades que les beneficiaron y fortalecieron enormemente. Hoy además tienen a los medios.
Las izquierdas, los socialistas, los socialdemócratas, sindicatos y organizaciones campesinas, cuando se han movilizado masivamente en las calles y en el Zócalo, en los campos, escuelas y fábricas, lo han hecho en función de problemas económicos, políticos, sindicales, de represión, de asesinatos que sufren los trabajadores o ciudadanos. Las batallas de la APPO oaxaqueña, la de los indígenas del EZLN, la de los electricistas, telefonistas y mineros, la de los profesores en la CNTE o la de López Obrador y la CND, etcétera, han respondido siempre a las necesidades de los más pobres y los más golpeados desde el lado económico y político. Por ese hecho sus manifestaciones no solo no son propagas por los medios de información sino que, por el contrario, son calumniadas. Por el contrario, cuando de servir a los empresarios se trata, la TV, la radio y la prensa escrita, obviamente, por ser esos medios propiedad de poderosos dueños de las empresas, ponen todo para servirlos. ¿Podría ser de otra manera?
Por eso Marx, después de estudiar históricamente el papel del Estado y las clases sociales en el capitalismo y en las sociedades que le precedieron, llegó a la conclusión de que en todos los cambios históricos la lucha entre las clases sociales (entre los explotados y los explotadores) es la base para entender los procesos. Y aunque tengamos todos los elementos para criticar la falsedad y el fracaso de los llamados "países del socialismo real", tampoco tenemos duda en la certeza de la mayoría de los estudios de Marx. Al plantear que el Estado no es independiente sino que es un instrumento que está al servicio de la clase dominante, Marx enseñó que en el capitalismo la economía, el gobierno, el aparato jurídico, el aparato ideológico (escuela, Iglesia, medios de información) están al servicio de quien posee el capital y el poder. Por eso no se puede tener duda del papel que cumple la radio, la TV, la prensa y la Iglesia, a pesar de que suelan esconderse tras un discurso a favor de la "verdad".
Esa manifestación convocada por empresarios, medios de información y panista "contra el secuestro" es sólo un pretexto para unir fuerzas contra Marcelo Ebrard, López Obrador, la despenalización del aborto y las luchas de la izquierda social. Al parecer Calderón ha estado perdiendo la batalla, de manera muy clara, desde que planteó hace varios meses directamente la privatización del petróleo; por eso las fuerzas derechistas que impulsan y convocan la marcha exigen una entrevista directa de Ebrard y Calderón para que así el lópezobradorismo termine reconociendo al presidente ilegítimo. De hecho el secuestro y el asesinato del hijo del millonario empresario y colaborador financiero de la campaña de Calderón, se convirtió en la coyuntura política más ventajosa para el presidente panista. En los hechos esa marcha "contra la delincuencia y los secuestros" será una oportunidad de Calderón para reunificar sus fuerzas económicas y políticas. ¿A cuántos ciudadanos honestos podrán engañar con la marcha?
Otra cosa hubiese sido que la marcha fuera contra los asesinatos de miles de líderes sociales: indígenas, campesinos, obreros y políticos de oposición, realizados por la unión de empresarios y altos funcionarios PAN/PAN. Cientos de indígenas, entre estos zapatistas que han sido asesinados por defender sus tierras, cultivos y familias. ¿Qué decir de las decenas de líderes asesinados por ser miembros de la APPO? ¿Y los más de 400 perredistas, así como igual número de periodistas asesinados? ¿Por qué esos medios de información (que dicen defender la "justicia") nunca han dicho nada de los miles de asesinatos de Estado? Más aún, ¿por qué se han pasado desvirtuando esas muertes tratando de encubrir al ejército, a la policía federal, al gobierno de sus culpas? Simplemente porque las manifestaciones y protestas han sido contra el neoliberalismo y la privatización, la explotación y la miseria, y porque las han realizado trabajadores, gente pobre y de clases medias bajas. Así que ya no engañarán a nadie esos medios de información ya insoportables
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