No se si alcance a conversar con usted este fin de semana, pues mañana voy a Jalpan y el viernes ya tengo varios compromisos de trabajo. Asi que permítame expresarme por este medio.
Enfrenté públicamente con mi cuerpo de mujer a los "representantes" del poder popular y les aseguré que no pueden decidir sobre mi cuerpo y mi vida: "mi cuerpo es mío, lo que aprobaron es violencia feminicida", les dije.
La discriminación mata, y sostengo que lo que acaban de aprobar es una ley discriminatoria y feminicida.
Impone la vigilancia, el castigo y hasta la muerte a las mujeres que aborten. Si consideramos que el 10% de los embarazos terminan en aborto espontáneo, penalizar el aborto inhibe a las mujeres que sangran a acudir a las clínicas a recibir atención médica, por temor al castigo. Por otra parte, el personal médico teme a las consecuencias legales y puede demorar la atención que en estos casos de suma urgencia. En Nicaragua han muerto 88 mujeres en 9 meses que lleva la ley.
Las mujeres de Querétaro somos discriminadas con respecto a las mujeres del Distrito Federal, ellas tienen más derechos que nosotras: derecho a servicios de salud cuando necesitan interrumpir un embarazo, derecho a decidir voluntariamente su maternidad. Los diputados pretenden que en Querétaro, las mujeres no podamos decidir con libertad sobre nuestro cuerpo, nuestra vida y nuestra salud.
Más de 120 ponencias sustentadas en los derechos humanos de las mujeres, reconocidos en la Constitución Mexicana, así como en compromisos jurídicos y políticos internacionales de México[1] , no fueron escuchadas ni tomadas en cuenta por la legislatura saliente.
¿Porqué mostrar mi cuerpo? No soy la primera mujer que se expresa de esa manera, hay muchos antecedentes: las feministas que quemaron su brassier, las indígenas de los 400 pueblos en su protesta desnudas en el DF, las mujeres que expresan así su autonomía en los Encuentros Feministas Latinoamericanos, las mujeres norteamericanas que con sus cuerpos desnudos modelaban la palabra paz sobre la nieve en contra de la guerra de Irak, las indígenas de Chiapas que detienen con su cuerpo a los soldados.
Ese martes 1o. de septiembre del 2009, no fuí la única que expresó su digna rabia, todas las presentes afuera en la legislatura expresamos furia, indignación por la desición de los legisladores de aprobar una ley que da mas derechos a un óvulo fecundado, cigoto, embrión o feto que a una mujer. Lo he mencionado en varios foros, mi madre murió por falta de atención médica oportuna, su muerte era evitable. Un aborto hubiera salvado su vida. No tengo la menor duda en defender la vida y la salud de las mujeres.
¿Sirvió de algo? he recibido muchos saludos solidarios de amigas, compañeras y compañeros de lucha. Hablan de valor, autonomía y libertad. En cuanto a mi... dormí muy bien esa noche, y me sigo sintiendo muy bien. Si pertenezco al colectivo del 99% de mujeres en el mundo que no son dueñas de una propiedad, a lo mínimo que tengo derecho es a tomar decisiones sobre mi propio territorio, mi propio cuerpo.
Gracias por escuchar.
Gisela Sánchez Díaz de León
[1] Instrumentos jurídicos vinculatorios: CEDAW, Observaciones del Comité de la CEDAW, Observaciones del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales Compromisos políticos asumidos por el México: Programa de Acción de El Cairo, Plataforma de Acción de Beijing , Objetivos de Desarrollo del Milenio